El anuncio fue hecho el 25 de agosto por el director de la Oficina gubernamental de Desarrollo de los Altos Estudios, Abolfazl Hassani, según informó Radio Farda.
El gobierno se propone restringir el número de estudiantes que ingresan a carreras universitarias humanísticas, en respuesta a las críticas formuladas contra las mismas por el líder supremo de Irán, el Ayatollah Ali Khamenei.
Éste había dicho que las humanidades son un campo de estudios que "promueven el escepticismo y la duda sobre las creencias y principios religiosos", y manifestó su preocupación por el hecho de que al menos dos tercios de los estudiantes universitarios en Irán aspiran a diplomarse en carreras humanísticas.
Además, en los últimos tres meses, unos 20 decanos universitarios fueron cesanteados por el ministro de Ciencias, Kamran Daneshjou, el mismo funcionario que estuvo a cargo de los centros de cómputos del ministerio del Interior durante la fraudulenta reelección presidencial de Mahmoud Ahmadinejad.
Finalmente, el de Hassani sucede también a otro anuncio del régimen: el de que reforzará la campaña de adoctrinamiento en las escuelas desde la edad más temprana, para que los alumnos no se desvíen de la doctrina oficial y, sobre todo, para evitar toda influencia occidental. El gobierno espera así prevenir otra oleada de protestas como la que tuvo lugar contra el fraude electoral en junio de 2009.
Saeed Peyvandi, un experto en educación radicado en París, advirtió que el ministerio de Ciencia está coordinando una política centralizada para monitorear y controlar todo lo concerniente a las universidades: estudiantes, profesores y programas. Como consecuencia de esto, la "autonomía universitaria" ha dejado de existir en Irán, señaló Peyvandi.
El ministro de Ciencias había decretado hace unos meses que sólo los académicos con "un compromiso práctico" con los principios enunciados por el Líder Supremo pueden enseñar en las universidades.
Esta actitud totalitaria se condice con las definiciones del Ayatolah Khamenei acerca de que las universidades debían ser el escenario de una "guerra de baja intensidad", los estudiantes "jóvenes soldados" y los profesores "comandantes".
Fuente Infobae.com
¿Qué visión tenemos de ellos, en conjunto, los occidentales? ¿nos resultan cercanos y coherentes? No. A mí en particular me resultan difíciles y tortuosos. Tengo que buscar en las semejanzas más básicas como es el saber que también son padres y madres, que ríen y lloran...en suma hacer un trabajo interno de acercamiento.
ResponderEliminarAhora podemos sentir pena por jóvenes universitarios y escolares, pero dentro de unos años, esa carencia educativa habrá hecho mella en los nuevos adultos cuya capacidad de razonar en varias direcciones habra sido mutilada u omitida.
Actitudes como estas separan irremediablemente a los humanos durante generaciones, imposibilitan el entendimiento entre pueblos. Se aíslan y desaparecen del mapa de los afectos sociales internacionales.
Pero aún es peor, porque tienen acceso a los avances tecnológicos que pueden usar sin pestañear contra lo que les resulta extraño u amenazante... por incomprensible.
La educación lo es todo. Y para la convivencia y comprensión entre culturas, las humanidades son fundamentales.
Este pueblo, (sus dirigentes), está rechazando su lado empírico-racional en pro del lado analógico-simbólico-mágico y mitológico que dominan las necesidades subjetivas.
Este rechazo hunde a este pueblo en la perdición y la demencia. Es preciso que en una sociedad sana cohabiten equilibradamente estas dos vertientes. Y en este país, lamentablemente, no ocurre. El fanatismo es una enfermedad.