Hace cientos de años, en un monasterio, un maestro Zen y sus monjes discípulos, se reunían a orar todos los días en la madrugada.
Siempre pasaba por allí un gato que se quedaba a merodear en el cuarto de oración andando de un lado a otro.
Como distraía a los monjes con su andar, el maestro Zen decidió poner un poste y atar el gato al poste mientras el y sus discípulos terminaban la meditación.
El maestro Zen ataba el gato a ese poste día tras día y así lo siguió haciendo durante toda su vida.
Al morir el maestro Zen, su sucesor siguió atando el gato al poste durante la meditación en las madrugadas y lo mismo paso con el sucesor de este otro.
Pasaron los años. El gato murió y los monjes sucesores compraron un nuevo gato para continuar atándolo a la hora de la meditación. Así generación tras generación.
Siglos mas tarde, eruditos descendientes de este maestro Zen y monjes superiores de una generación muy posterior escribieron serios y profundos tratados sobre la importancia de tener un gato atado al poste para la practica de la oración durante la hora de la meditación al amanecer.
Páginas
▼
11 octubre 2010
La importancia de atar al gato
En Soy Ateo he visto un relato que ejemplifica a la perfección como se forman supersticiones y rituales.
5 comentarios:
Los comentarios son moderados. No esperes ver tu comentario de inmediato.
Los comentarios evangelizantes o cualquier intento de salvar almas son bien recibidos, se expondrán en un lugar visible del blog para que podamos reírnos.
Lo mismo es aplicable para magufos, supersticiosos varios, conspiranoicos y demás iluminados de pobre o nula argumentación.
Códigos para comentarios:
Negrita: <b>TU TEXTO</b>
Cursiva: <i>TU TEXTO</i>
Enlace:<a href="http://www.pagina.com">Texto explicativo</a>
Gracias por comentar.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
"En 1952, en la isla de Koshima, al norte de Japón, un grupo de científicos comenzaron a proveer batatas a unos monos. A estos les gustaba el sabor de las batatas crudas, pero no la arena que se acababa pegando a ellas cuando se las lanzaban. Una hembra de 18 meses, llamada Imo, resolvió el problema lavando las batatas en un arroyo cercano. Después le enseñó el truco a su mamá. Sus compañeros de juego también acabaron aprendieron esta nueva manera y la enseñaron a sus madres"
ResponderEliminar....................
Los monos fueron más inteligentes que los religiosos (why it doesn´t surprise me!) ya que trasmitieron por copia, algo útil para su comunidad....mientras que los monjes lo único que trasmitieron por copia fue tener a un pobre gato atado a un poste, para poder rezar (???)
......................
("yo quisiera ser civilizado como lo animales" dice Roberto Carlos)
................
Como bien dices, así se forman los rituales carentes de sentido.
(te pongo un voto !!!)
Gracias Mabel
ResponderEliminarEstupendo relato el de los monos.
Me has hecho recordar un hecho que contó Carl Sagan sobre los cangrejos Heike.
Unos pescadores convirtieron a unos cangrejos en rostros de guerreros samurais gracias a la superstición.
No adelanto más. Si no lo conoces te sorprenderá.
Es un ejemplo claro de supersticiones y evolución.
Próximamente haré una entrada con ese fragmento.
Un abrazo
Probablemente darían un significado al tema de atar el gato. Ni siquiera en rituales tan tontos la costumbre carece de explicación, aunque sea algo absolutamente peregrino, sino los ritos no se sostienen. Tarde o temprano atar el gato habría de significar alguna cosa.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarEl pensamiento religioso, como siempre, pasa de cuestionar premisas. Se hace/dice/piensa/cree y punto.
No obstante... joé con el gato. Vivió durante el "mandato" de tres maestros zen. O más, porque estaba vivo antes de eso.
Yo, de ser uno de esos monjes, dejaba las meditaciones y me las ingeniaba para preguntarle al gato cómo coño había conseguido vivir tanto.
Pues o los maestros Zen eran muy viejos o vivían el "Zen" a tope :-)
ResponderEliminardj Zen and Progressive Trance Music in general