Un texto de Ferney Yesyd Rodríguez para Blog Sin Dioses
El genoma (conjunto de todos los genes de una especie) del gorila ha sido mapeado por científicos del Instituto Wellcome Trust Sanger, en Cambridge, Reino Unido. El equipo dirigido por el científico Richard Durbin.
Este avance refuerza la explicación de que el ser humano está emparentado con los grandes simios, aunque lo está más con el chimpancé, que con el gorila.
Los científicos usaron el ADN de una gorila occidental de llanura (llamada Kamilah) que reside en el zoológico de San Diego, California. En la naturaleza, se encuentra la mayor cantidad de especies de gorila, de acuerdo al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), con una población estimada de 100 a 200,000 individuos. La mayoría se encuentran en Camerún, la República Centroafricana, el Congo occidental, Guinea Ecuatorial, Gabón y Angola. Sus primos, el gorila oriental de llanura, son menos predominantes (menos de 20,000 individuos) y sólo pueden ser encontrados en las selvas tropicales del este en la República Democrática del Congo, dice el WWF.
Los gorilas son el último de los grandes simios vivos (humanos, chimpancés, gorilas y orangutanes) en tener su ADN descifrado, ofreciendo nuevas perspectivas sobre su evolución y biología.
Aylwyn Scally, miembro del equipo de científicos afirmó: “El genoma del gorila es importante porque arroja luz sobre el momento en el que nuestros ancestros se separaron de nuestros primos evolutivos más cercanos, hace entre seis y 10 millones de años” “También nos permite explorar las similitudes y diferencias entre nuestros genes y los del gorila, el primate viviente más grande”, añadió.
"Nuestros hallazgos revelan no solo diferencias entre las especies que reflejan millones de años de divergencia evolutiva, sino también cambios genéticos similares que se produjeron al mismo tiempo desde su ancestro común", aseguró Chris Tyler-Smith.
Humanos y gorilas comparte genes de percepción auditiva
El equipo de investigadores examinó más de 11,000 genes en los humanos, chimpancés y gorilas, en busca de pistas evolutivas. Los resultados iniciales revelaron que el 15% del genoma en los gorilas es más parecido al ADN de los humanos que al de nuestros parientes evolutivos más cercanos, los chimpancés. Esto fue toda una sorpresa. Los investigadores encontraron que los genes que se relacionan con la percepción sensorial, el oído y el desarrollo del cerebro, mostraron “una evolución acelerada” en los tres grupos (humanos, chimpancés y gorilas), pero particularmente en los humanos y en los gorilas.
El estudio sugiere que los grupos de genes relacionados con la percepción auditiva y el desarrollo cerebral están entre los que más han cambiado a lo largo de la evolución en el linaje de los gorilas y en el de los humanos. Esto significaría que ciertas particularidades, generalmente asociadas a la condición humana como la evolución de los genes auditivos asociados con el lenguaje, no serían exclusivas de nuestra especie ya que están igualmente presentes en el genoma de los gorilas. El hombre, entre el chimpancé y el gorila.
Por otra parte y sorprendentemente, los resultados del estudio en cuanto a la comparación genética de los genomas ha confirmado que, aunque globalmente el genoma humano es más parecido al del chimpancé, casi en un tercio del genoma humano esta relación se rompe y es con el gorila con quien estamos más cercanos. Así pues, o es el gorila el primate evolutivamente más cercano al humano o es el chimpancé que se acerca al gorila. "Esta visión es nueva porque rompe con la visión evolutiva clásica que se tenía hasta ahora según la cual humanos y chimpancés compartían más variantes genéticas en todo el genoma y, por primera vez podemos cuantificar exactamente el grado de similitud", afirmó Xavier Prado, español coautor del artículo.
Tener la longitud completa del genoma del gorila permite a los científicos comenzar a comparar a los cuatro grandes simios en todas las posiciones en el genoma, dice Scally. Se forma la línea de fondo, dice, desde la cual se avanzará y que realmente permitirá explorar por qué y cuándo nuestros genes y los de los grandes simios se separaron. “¿Fue algo que pasó rápidamente o fue algo que ocurrió gradualmente? Hasta ahora no lo sabemos”, dijo. “Pudo haber sido un cambio climático que separó a los humanos en el este de África de los chimpancés en el bosque; esa es una idea que ha surgido. Si podemos ver alguna impresión de eso en el genoma, sería información muy, muy útil”.
"El conocimiento de la evolución de este genoma nos ayuda a entender procesos básicos de su comportamiento y los procesos de especiación que dieron lugar a la especie humana", afirmó Tomàs Marquès-Bonet, el otro español miembro del equipo científico.
Aplicaciones médicas
"Este conocimiento básico puede ser esencial para comprender cómo han surgido enfermedades que aún no entendemos", como ha añadido el coordinador Xavier Prado.
El estudio del genoma del gorila puede también contribuir al tratamiento de enfermedades como la demencia senil, que los gorilas no sufren.
Aplicaciones para la Biología de la Conservación
El gorila, una especie en peligro de extinción que hay que preservar Los gorilas han sobrevivido hasta la actualidad en unas pocas poblaciones aisladas de manera que son una de las especies en peligro de extinción en los bosques ecuatoriales de África central. En este trabajo se han comparado dos especies de gorilas, los del Este y los del Oeste de África, y se han evidenciado diferencias en la variabilidad de su genoma. "Los gorilas del Este tienen menos variabilidad genética y, al mismo tiempo, son los que tienen su supervivencia más amenazada", manifestó Prado (En la fotografía adjunta).
Efectivamente, estos grandes simios se encuentran gravemente amenazados y su número disminuye de manera alarmante. Por tanto, los estudios con primates no sólo dan conocimiento sobre la evolución de la especie humana sino también ponen de manifiesto la importancia de proteger y conservar toda la diversidad biológica de estas especies.
Reacción creacionista:
Los creacionistas pasaron por alto la noticia, y sobre todo el hecho que los datos genómicos confirman las hipótesis de parentesco deducidas a través de la anatomía comparada y la biogeografía.
Particular fue la reacción del pastor evangélico y activista del creacionismo Dawlin Ureña quien afirmó en su página web que: "¿Quieren estos materialistas científicos saber que nos hace humanos? El soplo de vida que Dios nos dio, que es el alma; la cual nunca podrá encontrarse en animal alguno"
"¿Quieren estos materialistas científicos saber que nos hace humanos? El soplo de vida que Dios nos dio, que es el alma; la cual nunca podrá encontrarse en animal alguno"
ResponderEliminarPor eso es que a los creacionistas se les quedó el "soplo" en el cerebro... y así les va.