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19 abril 2011

Fábrica de cucuruchos y cómo perpetuar rituales mágicos








Si educas a un niño para ser un maltratador, posiblemente sea un maltratador. Si lo educas para ser un fanático irracional, posiblemente lo será.
Ese es el gran truco, el porqué de que tanta gente cree en seres imaginarios de moral más que dudosa:  el adoctrinamiento coactivo.

3 comentarios:

  1. Me guardo la última frase. Hay que preservarla para la posteridad, jejeje.

    ¡Cuánta razón, joder!
    ¿Cómo se manifestaron los alumnos de cursos superiores y los profesores creyentes ante la idea de quitar los crucifijos de las aulas de los colegios públicos? Diciendo a los pequeños que si hacían eso ya no habría vacaciones de navidad, ni regalos, ni decorar árboles...

    Hijos de puta...

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  2. Comparto el comentario anterior. El adoctrinamiento religioso de niños debiera estar prohibido.

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  3. Lo malo es que el adoctrinamiento llega más allá de los seres ficticios. También está en nuestros centros comerciales, en esos "vibrantes deportes" que dan por la tele y en creer que los políticos nos sacarán de la crisis. Creer en fantasías es gratis y lo malo es que todo el mundo cree en ellas.

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