Arlés me ha invitado a comer a su casa -”que en realidad ni siquiera es mía, es de alquiler”- y me sirve un plato de lentejas precocinadas “que a saber lo que llevan”. Me cuenta que antes compraba comida buena de mercado pero ha acabado desistiendo: “Si vamos a comer mierda, comámosla de forma honesta y sin autoengaños”, declara. Pese a todo, el plato está rico y así lo expreso, pero la entrevistada apunta que “ahora te están aprovechando pero a media tarde te sentirás como destrozado por dentro”.
El título de su libro, “Joder”, alude a lo primero que exclamó cuando se dio cuenta de que había estado regando unas flores de plástico. “Se me cayó el tiesto al suelo y las flores quedaron clavadas en el parqué, como un tentempié. Vi que aquello no podía ser orgánico y entonces exclamé ‘¡Joder!’. Me las había regalado mi marido. Las putas flores me las regaló él y se calló que eran de plástico. ¡Se calló incluso cuando vio que las regaba!”, se lamenta la autora.
Mi marido veía cómo las regaba
y se callaba porque también es un falso
Ahora Andrea espera que el libro le proporcione suficientes ingresos para aguantar un tiempo sin trabajo. “Curraba en un departamento de Recursos Humanos. Casi todos los aspirantes mentían en sus curriculums. Una vez vino un tipo que mintió sobre su formación para obtener un puesto de trabajo que ni siquiera existía. Había visto un anuncio engañoso. Le dije: ‘¿Ahora qué vas a hacer?’ Y me respondió: ‘La verdad es que ya tengo trabajo, en realidad no necesitaba este puesto pero tampoco pensé que fuerais a dármelo’”.
Al despedirme, Andrea Arlés me dice que no leerá esta entrevista porque sabe que no se verá reflejada en ella. “Quizá ni siquiera la publicas. Quizá te equivocas con mi nombre. Quizá he perdido el tiempo contigo”, confiesa con desoladora resignación. Luego, ingiere tres o cuatro pastillas de un bote como si le fuera la vida en ello: “Son pastillas de placebo puro, pero de momento es lo único que me calma”.
Domicilio de la entrevistada.
- Lentejas precocinadas.- Agua del grifo.
- Placebo.
Total: cortesía de la entrevistada.
Fuente: El Mundo Today
Acabo de leerme el artículo sobre la Teoría de la caída Inteligente y he llegado a la conclusión de que es totalmente cierto que es Dios quien te "atrae".
ResponderEliminarLo prueba la sabiduría popular que en su experiencia nunca se equivoca.
¿Cuando una persona se cae por una escalera, o similar, que es lo que suele decir?: "¡Me cago en Dios!"... Luego ¿a quien le está echando la culpa? Al autor del empujón, no cabe dudas.
Ves, una prueba más a favor de "La caída inteligente".
ResponderEliminar¡Si es que en el fondo los escépticos, ateos, etc. somos unos cerrados de mente!
La verdad es única, indiscutible y revelada, no lo olvides o te mando a Logos77
;-)
Enlazo la entrada que comenta Alfonso (auto publicidad)
ResponderEliminarCientíficos Evangelistas refutan la teoría de la gravedad con la nueva teoría "Caida Inteligente" (CI)
Qué grande es El Mundo Today.
ResponderEliminarMe quedo con la anciana que invocó a Satán en una clase de inglés y la pelea de latin kings por discrepancias filosóficas.
Recuerdo la de la anciana, lloraba de risa.
ResponderEliminarLa de los Latín Kings y Dostoievski no la había leído. Muy buena :-D