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¿Por qué los creyentes no quieren escuchar los argumentos que critican su creencia?

Un artículo de Xataca Ciencia escrito por Sergio Parra.

Como dice Michael Shermer, la gente lista cree en cosas raras porque está entrenada en defender creencias a las que ha llegado por razones poco inteligentes. Pero el siguiente experimento que os voy a referir trata más bien de personas normales que profesan algún tipo de fe y que no son especialmente duchas en defenderla. Entonces prefieren no escuchar. No escuchar para impedir la entrada en su mente de puntos de vista inconvenientes.
El experimento se llevó a cabo en la década de 1960 por los científicos cognitivos Timothy Brock y Joe Balloun. La mitad de los participantes en el experimento eran religiosos, y la otra mitad, ateos. A ambos grupos se les pasó un mensaje grabado que atacaba el cristianismo.
Pero había algo más. En la grabación se añadió un poco de molesta electricidad estática, una especie de chisporroteo de fondo que impedía entender bien todas las palabras. No obstante, el que escuchaba el mensaje tenía la posibilidad de reducir estas interferencias pulsando un botón: entonces el mensaje se entendía sin dificultad.
Los resultados fueron totalmente previsibles y bastante deprimentes: los no creyentes siempre intentaban eliminar las interferencias, mientras los individuos religiosos preferían que el mensaje fuera difícil de oír. En posteriores experimentos de Brock y Balloun en que unos fumadores escuchaban un discurso sobre la relación entre el tabaco y el cáncer se reveló un efecto parecido. Todos acallamos la disonancia cognitiva mediante la ignorancia autoimpuesta.

Naturalmente, esto ocurre en toda clase de personas: también entre científicos ateos frente a argumentos de creyentes. Aunque, en este caso, el hecho no es tan flagrante porque los científicos acostumbran a aducir pruebas (o se limitan a negar que no creen, y la carga de la prueba está en el que afirma, no en el que niega). Y raramente veremos que un científico se siente ofendido en sus creencias si un creyente critica sus ideas científicas: sólo es buen científico precisamente el que anhela encontrar errores en sus ideas a fin de armar ideas mejores. En el caso del creyente, incluso se aplaude la inmovilidad de las ideas aunque todo apunte a que están equivocados.

Por ello,
muchos creyentes se niegan a escuchar los argumentos esgrimidos por ateos, o por la misma ciencia, si éstos entran en conflicto con sus creencias. Y si los escuchan, es como si sólo oyeran el sonido de las palabras, pero el mensaje no les empapa la mente.
Algo parecido sucede en un artículo de ciencia donde se critique o cuestione la fe: enseguida se llenará de lectores que tratarán de defender con uñas y dientes sus creencias (en el mejor de los casos) o censurar el contenido de cualquier forma, por ejemplo aduciendo que el contenido les ofende profundamente (en el peor). (En ese sentido, resulta curioso lo de tener que respetar las creencias ajenas: si se respetaran todas las creencias, también debería respetarse el no respetar determinadas creencias. O incluso deberíamos respetar ideas como el nazismo, la esclavitud o la pederastia. Las ideas no merecen respeto, sino las personas; y las personas no deberían ser sus ideas, sino difícilmente progresarían y aprenderían de los errores de las mismas).
Dicho lo cual, si acaso debiéramos respetar un único mandamiento, el undécimo: aprenderás, dudarás de todo, sobre todo de quienes dicen saber la verdad, y también dudarás de ti mismo y del resto de los 10 Mandamientos. Y si alguien dice que lo que crees es falso o es peligroso, desearás con toda tu alma que te expliquen la razón, para no desperdiciar ni un minuto más en ello.

Vía | Cómo decidimos de Jonah Leherer

4 comentarios.:

Jose Luis dijo...

Muy bueno el artículo pero seamos realistas, a los científicos también les cuesta reconocer que están equivocados: "Como ante nuestras teorías solemos adoptar una actitud muy humana y tendemos a defenderlas, en vez de criticarlas, siendo como son nuestras, se produce entre los científicos una suerte de rivalidad entre amistosa y hostil. Si yo no adopto una actitud lo bastante crítica ante mis teorías, habrá cientos de personas que se mostrarán críticas ante ellas en grado superlativo. Y por fuerza habremos de felicitarnos de su actitud." [Karl Popper "El porvenir está abierto" Simposio en Viena 1983. pg. 68]

P.S.: He empezado el año muy popperiano :-)
P.P.S: Por cierto FELIZ 2012 y date prisa en arrepentirte de tus pecados sólo quedan 4.999.999.999 años para el fin del mundo.

Imaginario dijo...

Si, desde luego. Todos, y yo el primero, intentamos defender nuestras posturas más allá de lo razonable. La diferencia es que los que tenemos mentalidad escéptica o “científica” normalmente terminamos admitiendo la realidad tal cual es, por muy frustrante o decepcionante que pueda ser a nivel personal.

Citare a Carl Sagan:
“En la ciencia suele ocurrir que un científico diga: `Es un buen argumento, yo estaba equivocado´, cambie de opinión y desde ese momento no se vuelva a mencionar la antigua posición. Realmente pasa. Aunque no lo frecuentemente que debería ya que los científicos son humanos y el cambio es a veces doloroso. Pero ocurre cada día. No recuerdo la última vez que algo así pasó en política o religión.”


Respeto a tu PPS, lamento decirte que estas equivocado ;-)

No has tenido en cuenta a los profetas del calendario Maya ni a los del “arrebato”.

Esta misma mañana, caminando por la acera, he sentido temblar la tierra a mis pies. Algun ateo, presa de su falta de fe, diría que ese temblor es producido por el camión de 50 toneladas que pasaba por la carretera en ese momento, pero eso es porque no ha visto la luz y tiene negro el corazón por la influencia de Satán.

Sin duda, pues yo poseo la razón en todo, es una señal del apocalipsis, y como prueba irrefutable te doy lo siguiente:

Apocalipsis 11:19
“…Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.”

Ya verás como en estos días hay relámpagos y graniza (voces ya las escucho en mi cabeza desde hace años).

Y mucho mas claro:
Lucas 12:35-40: "Tengan puestas las ropas de trabajo y que sus lámparas estén encendidas, estén como hombres que esperan a su patrón. Felices si lo los encuentran así, aunque se presente a la medianoche o de madrugada."

No se si tiene mucho que ver con el "terremoto", es lo que me han dicho las voces que escriba.


Así que poco nos queda, agárrate los machos Jose Luis. (Perdón por el término taurino)

;-)
X-D

Feliz Año 2012

Jose Luis dijo...

Entonces me arrepentiré de mis pecados, pero hoy no, maaañanaaa ... :-)

Imaginario dijo...

OK
Tú hazme hueco, que habiendo hueco… yo ya si eso… ya voy…

:-)

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