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Los piojos de las plumas y los pájaros están en una batalla constante.
Los piojos se alimentan de la piel muerta y pedazos de plumas, y las aves se defienden matando a los piojos al acicalarse.
Pero los piojos han desarrollado una defensa: el camuflaje. Científicos recogieron 26 pares de especies de aves relacionadas de diferentes colores, como la cacatúa de cresta de azufre y la cacatúa negra de cola amarilla, y se analizaron los piojos asociados a cada especie.
Los piojos del cuerpo casi siempre coinciden con el color del huésped, como en los recuadros arriba: la especie de piojo que vive sobre la cacatúa de cresta de azufre se camufla en contra de su pluma blanca, y el piojo negro desaparece en contra de la cacatúa de plumas oscuras.
Esa es una buena estrategia, teniendo en cuenta que las aves se quitan estos piojos con sus picos y podrían detectarlos fácilmente si destacasen.
Pero los piojos de sus cabezas eran siempre oscuros, sugiriendo que no existió ninguna presión sobre ellos para camuflarse, probablemente porque las aves acicalan sus cabezas al rascarse con sus pies y por lo tanto no tienen visión de los piojos.
Los piojos de colores son para las aves
Los piojos de las plumas y los pájaros están en una batalla constante.
Los piojos se alimentan de la piel muerta y pedazos de plumas, y las aves se defienden matando a los piojos al acicalarse.
Pero los piojos han desarrollado una defensa: el camuflaje. Científicos recogieron 26 pares de especies de aves relacionadas de diferentes colores, como la cacatúa de cresta de azufre y la cacatúa negra de cola amarilla, y se analizaron los piojos asociados a cada especie.
Los piojos del cuerpo casi siempre coinciden con el color del huésped, como en los recuadros arriba: la especie de piojo que vive sobre la cacatúa de cresta de azufre se camufla en contra de su pluma blanca, y el piojo negro desaparece en contra de la cacatúa de plumas oscuras.
Esa es una buena estrategia, teniendo en cuenta que las aves se quitan estos piojos con sus picos y podrían detectarlos fácilmente si destacasen.
Pero los piojos de sus cabezas eran siempre oscuros, sugiriendo que no existió ninguna presión sobre ellos para camuflarse, probablemente porque las aves acicalan sus cabezas al rascarse con sus pies y por lo tanto no tienen visión de los piojos.
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