 
 Las falacias o falsas argumentaciones son errores que infringen las reglas del buen comportamiento del acto argumentativo; se trata de inferencias que no son válidas, pero que cuya forma recuerda a las de las argumentaciones válidas. Son argumentos que no tienen relación con las tesis puestas en discusión y se los utiliza en las argumentaciones cotidianas: insultar a alguien, amenazarlo, tratarlo de incompetente; pueden servir, además, para obligar al interlocutor a aceptar la validez de una tesis inconsistente. 
Algunas falacias afectan al aspecto lingüístico propiamente tal, como ambigüedad, incomprensibilidad de los enunciados, ausencia de significados tras enunciados aparentemente significativos; otras se basan en la manipulación de los hechos.  
Reglas para una argumentación ideal 
Según Lo Cascio, Van Eemeren y Grootendorst postulan una tipología de las falacias, presentándolas como infracciones a ciertas reglas en las que debe basarse toda buena argumentación. Según estos autores, es importante considerar estas prescripciones de comportamiento argumentativo correcto para así poder valorar la estructura y validez de los argumentos.  
Las diez reglas consideradas por estos autores son las siguientes:  
1. Las partes involucradas en la disputa no deben crearse impedimentos recíprocamente.  
2. Una persona que expresa una opinión debe estar dispuesta a defenderla si se lo piden. 
3. Un ataque a una argumentación debe centrarse en la tesis que ha anunciado el protagonista, sin desviar el discurso, sin presentar la tesis de forma diferente y sin actuar de forma que se le atribuya al antagonista una tesis diferente de la que sostiene. 
4. Una tesis debe defenderse solo con argumentos relacionados con ella y que no tengan imbricaciones con otra. 
5. Una persona debe aceptar las consecuencias y la existencia de las premisas que deja implícitas y, en consecuencia, debe aceptar que se le ataque en terreno de éstas.  
6. Una tesis puede considerarse defendida de forma adecuada si se basa en argumentos pertenecientes a un punto de partida común.  
7. Una tesis puede considerarse defendida de forma adecuada si la defensa se desarrolla con el uso de argumentos que reflejan y respetan la praxis y el esquema argumentativo comúnmente aceptados.  
8. Los argumentos usados en una discusión deben ser o haberse vuelto válidos, haciendo explícitas algunas de las premisas que quedaban implícitas.  
9. Una defensa perdedora debe tener como consecuencia que el sujeto argumentante acepte cambiar su posición, mientras que una defensa vencedora debe tener por consecuencia que el antagonista cambie su posición y retire sus dudas sobre la tesis defendida por el sujeto argumentante.  
10. La formulación de la tesis, de las posiciones recíprocas y de los argumentos debe ser lo más clara y comprensible posible.  
Otros criterios para evaluar la argumentación 
A. Blair y R. H. Johnson, dos teóricos de la argumentación, propusieron tres criterios para evaluar si una argumentación es o no defectuosa: aceptabilidad, relevancia y suficiencia. Estos serán definidos a continuación: 
- Aceptabilidad: los argumentos deben ser “creíbles”, es decir, tienen que ser fácilmente aceptados por la audiencia o estar basados en evidencia sólida.  
- Relevancia: los argumentos deben ser coherentes con el punto de vista, por ejemplo, no puedo decir “El amor es bello porque las esculturas del dios Eros son bellas”, en este caso ¿qué relación tiene la belleza de una escultura (aunque sea de Eros, dios del amor) con la caracterización de un sentimiento? En el ejemplo, el argumento “porque las esculturas del dios Eros son bellas” no es relevante para fundamentar el punto de vista “El amor es bello”. 
- Suficiencia: el número de argumentos debe ser suficiente para defender el punto de vista. Como la argumentación tiene carácter dialógico, el número de argumentos “suficientes” va a depender de la situación de enunciación: si con un argumento se convence al oponente, un argumento será suficiente, pero si el oponente lo refuta, es necesario dar más. (todos los que sean necesarios).  
El no cumplir con alguno de estos criterios lleva a cometer falacias. 
Clasificación de las falacias 
Como hemos visto, las falacias son razonamientos erróneos o falsos, puede incurrirse en ellos por ignorancia o voluntariamente, como un modo de convencer mediante la razón. Las falacias pueden clasificarse de la siguiente manera: 
1. A- 
Descalificación: desacreditar un argumento, descalificando a la persona que lo formula: 
A.1.Ataque personal directo (Ad Hominem-Ofensivo): descalificar la personalidad del oponente. Ej”No debemos escuchar lo que él propone, todos sabemos que es homosexual”. La opción sexual de una persona no afecta en nada su credibilidad y no tiene relación alguna con la aceptabilidad de un punto de vista.  
A.2. Ataque personal indirecto (Circunstancial): descalificar a una persona en virtud de las situaciones especiales en que se encuentra. “es lógico que va a estar en desacuerdo con que se elimine la participación de los alumnos en el directorio del colegio, si es un alumno”. Lo que se hace aquí es argumentar apoyándose en las condiciones en que se encuentra la persona y no en los argumentos que da en defensa de su punto de vista. Siempre es posible que alguien tenga “intereses creados”, pero para evaluar una argumentación debemos centrarnos en la calidad de sus razones y no en otros aspectos imposibles de evaluar objetivamente.  
A.3. Envenenar el pozo: descalificamos directamente al oponente antes de que emita su opinión, de tal forma que su defensa se vuelve imposible. No se quiere dejar agua para cuando llegue el contrincante. Pretende negar que esté calificado para que dé una opinión. Por ejemplo: “no debemos aceptar el punto de vista del periodista. Es sabido que los periodistas tergiversan las noticias de acuerdo con la conveniencia del medio al cual representan”.  Lo que aquí se señala es que quién sostiene el punto de vista es un “mentiroso”, con lo que anulamos cualquier posibilidad de aceptar lo que se dice. Lo que se hace es atacar a la persona (además basado en una generalización) en vez de mostrar las debilidades de su argumentación. 
2. B- 
Apelar a la ignorancia (ad ignorantiam): 
Consiste en defender la verdad o falsedad de un enunciado basándose en la idea de que nadie ha probado lo contrario. Ejemplo: “los extraterrestres existen porque nadie ha probado lo contrario”. 
3. C- 
Apelar a la autoridad: 
Constituye una falacia cuando se tergiversa la intención de las palabras o se cita a un personaje que no tiene nada que ver con el asunto tratado o con esa esfera del conocimiento.  
C.1 A la autoridad de una persona: se utiliza el prestigio de una persona conocida o famosa. Ejemplo: “esta dieta es muy saludable. Lo dice nicole kidman”. Nicole Kidman puede verse saludable (y bella), pero no es una entendida en nutrición. 
C.2. Al consenso (ad populum): apelar a la opinión de las mayorías. Por ejemplo: “la mayoría de las personas está de acuerdo con un toque de queda para adolescentes, por lo tanto debe ser impuesto legalmente”. El que la mayoría tenga una determinada opinión, no hace que esa opinión sea la más razonable.  
4. D. 
Apelar a la misericordia(ad misericordiam): 
En reemplazo de razones que apoyan la tesis, se apela a la bondad de la persona. Consiste en apelar a la piedad para lograr el asentimiento cuando se carece de argumentos. Trata de forzar al adversario jugando con su compasión (o la del público), no para complementar las razones de una opinión, sino para sustituirlas. Ejemplo: “sin embargo, el presidente lagos y sus ministros no vacilan en aplicar sus recetas a expensas de empeorar la situación de los más pobres (se recurre a los sentimientos) 
5. E. 
Apelar al temor (ad baculum): 
Se hacen uso de amenazas o amedrentamientos de forma implícita. Por ejemplo: “creo que nadie estará en desacuerdo conmigo. ¿o piensan que no debo aprobarlos en el examen”. Dicho por un profesor, es más una amenaza que un argumento.  
6. F. 
Pregunta Compleja: 
Implica formular preguntas que suponen la aceptación de una información previa. Ejemplo: ¿cómo hace usted para evadir los impuestos? En la pregunta se da por hecho que la persona evade impuestos, sin corroborar que realmente lo hace.  
7. G. 
Accidente y accidente inverso: Utilización incorrecta del los modos de razonamientos deductivos e inductivos. 
G1. Regla general para caso particular: Obedece a la idea de deducir impropiamente una aplicación de una regla general a un caso particular que no se ajusta a ella. Ejemplo: “todas las aves tienen plumas. El pingüino no tiene plumas. El pingüino no es ave.” 
G.2. Generalización apresurada: Consiste en utilizar incorrectamente el razonamiento inductivo, enunciando una regla general a partir de las excepciones. Ejemplo: “pedro es un gran conquistador y es tartamudo. Todos los tartamudos son grandes conquistadores”.  
8. H. 
Causa falsa (Non causa pro causa): 
Consiste en establecer como causa de un hecho aquello que lo precede inmediatamente en el tiempo. Ejemplo: “el viernes me internaron en el hospital, el sábado mi perro enfermó y el domingo murió. Mi perro murio de pena porque yo no estaba con él”.  
9. I. 
Petición de principios (Petitio principi –tautología- circularidad): 
Argumentamos a favor de nuestro punto de vista, entregando una razón que es equivalente a este. En otras palabras, uso los mismos principios que se tratan de fundamentar. Ejemplo: “es imposible que ana me ame, porque es algo que no puede ocurrir”.  
10. J. 
Premisa contradictoria (Ignorantio elenchi): 
Una afirmación usada como apoyo es incompatible con lo que se afirma en otra expresión, también usada como apoyo. Ejemplo: “Yo creo que los alumnos tienen derecho a elegir libremente a sus representantes para el centro de alumnos; ya que es algo que solo los estudiantes pueden decidir. Pero, naturalmente, yo estoy de acuerdo con el reglamento establecido por el director del colegio, en el sentido de que para participar solo deben ser escogidos los alumnos más aplicados”.  
11. K. 
Equivoco: 
Consiste en utilizar una palabra o frase con distintos sentidos dentro de un mismo razonamiento, lo que genera obviamente conclusiones falsas. Ejemplo: “la muerte es el fin (término) de la vida, por lo tanto, toda vida debe tener como fin (objetivo) la muerte”. 
12. L. 
Ambigüedad (Anfibología): 
Aparece cuando se argumenta a partir de premisas cuya formulación es ambigua o confusa debido a una redacción descuidada. La premisa es falsa en un sentido y en otro no. Esto ocurre especialmente en los titulares de los diarios, donde por razones de estilo o para lograr mayor sensacionalismo, se incurre en ambigüedades como:”abuelita asesina delincuente”. 
13. M. 
Falsa analogía: 
Comparar situaciones diferentes como si se tratara de la misma. Ejemplo: “¡por qué los estudiantes no podemos consultar los libros mientras rendimos los examenes? Los médicos consultan sus libros para recetar algún medicamento y los abogados, los códigos para preparar su defensa” 
Extraído de:
Instituto Nacional “José Miguel Carrera”. Lengua Castellana y Comunicación. Tercero Medio 
Profesor Ramón Moraga. Unidad I: Argumentación. “Argumentación ideal y falacias”
A continuación, pongo la descripción y ejemplos extraídos de Wikipedia. La lista de tipos de falacias puede ser enorme. Solo pongo las más comunes.
Ejemplos de razonamientos falaces
Para crear un razonamiento válido se parte de una serie de premisas para, mediante mecanismos válidos, llegar a una conclusión. Un ejemplo de falacia es este:
- Premisa 1: Los perros son bonitos.
- Premisa 2: Doggy es bonito.
- Conclusión: Doggy es un perro.
De las premisas dadas no se puede obtener la conclusión obtenida,  pero es persuasivo ya que tiene forma de razonamiento correcto: parte de  premisas para establecer una conclusión. La habilidad para crear  falacias es importante para que psicológicamente sean más persuasivas.  El siguiente ejemplo es el mismo que el anterior, pero cambiando  simplemente un elemento deja de ser tan persuasivo.
- Premisa 1: Los perros son bonitos.
- Premisa 2: El Everest es bonito.
- Conclusión: El Everest es un perro.
Se ha de reseñar que una falacia no es tal porque la conclusión sea  falsa, si no porque el razonamiento es erróneo. La conclusión puede  llegar a ser cierta de manera casual. En este caso podría coincidir que  hubiese un perro al que llamasen Doggy o El Everest. Aún acertando la  conclusión seguiría siendo una falacia ya que no depende de la  conclusión, si no del razonamiento en si mismo.
Considérese ahora la siguiente variante humorística de la falacia de la ambigüedad:
- Una hamburguesa es mejor que nada.
- Nada es mejor que la felicidad eterna.
- Por tanto, una hamburguesa es mejor que la felicidad eterna.
Pocos razonamientos falaces son tan claros como el ejemplo anterior. Muchos de ellos involucran causalidad,  que no es una parte de la lógica formal. Otras utilizan estratagemas  psicológicas como el uso de relaciones de poder entre el orador y el  interlocutor, llamamientos al patriotismo, la moralidad o el ego para  establecer las premisas intermedias (explícitas o implícitas) necesarias  para el razonamiento. De hecho, las falacias se encuentran muy a menudo  en presunciones no formuladas o premisas implícitas que no son siempre  obvias a primera vista.
Falacias en los medios de comunicación y la política
 Las falacias se usan frecuentemente en artículos de opinión en los medios de comunicación y en política. Cuando un político le dice a otro «No tienes la autoridad moral para decir X», puede estar queriendo decir dos cosas:
- Usar un ejemplo de la falacia del ataque personal o falacia ad hominem, esto es, afirmar que X es falsa atacando a la persona que la afirmó, en lugar de dirigirse a la veracidad de X.
- No ocuparse de la validez de X, sino hacer una crítica moral al  interlocutor (y de hecho es posible que el político esté de acuerdo con  la afirmación). En este último caso, la falacia consiste en evadir el  tema, dando sólo una opinión, no relevante, sobre la moralidad del otro.
Es difícil, por ello, distinguir falacias lógicas, ya que dependen del contexto.
Otro ejemplo, muy extendido es el recurso al Argumentum ad verecundiam o falacia de la autoridad. Un ejemplo clásico es el Ipse dixit («Él mismo lo dijo») utilizado a lo largo de la edad media para referirse a Aristóteles.  Un ejemplo más moderno es el uso de famosos en anuncios: un producto  que deberías comprar/usar/apoyar sólo porque tu famoso favorito lo hace.
Una referencia a una autoridad siempre es una falacia lógica, aunque  puede ser un argumento racional si, por ejemplo, es una referencia a un  experto en el área mencionada. En este caso, este experto debe  reconocerse como tal y ambas partes deben estar de acuerdo que su  testimonio es adecuado a las circunstancias. Esta forma de argumentación  es común en ambientes legales.
Otra falacia muy usada en entornos políticos es el Argumentum ad populum, también llamado sofisma populista. Esta falacia es una variedad de la falacia 
ad verecundiam:  consiste en atribuir la opinión propia a la opinión de la mayoría y  deducir de ahí que si la mayoría piensa eso es que debe ser cierto. En  cualquier caso muchas veces la propia premisa de que la mayoría piense  eso puede ser falsa o cuando menos dudosa ya que, en muchos casos, dicha  afirmación no puede ser probada más que con algún tipo de encuesta  que no se ha realizado. En caso de ser cierto tampoco se justifica el  razonamiento porque la mayoría piense eso. Se basa en la falsa intuición  de que el pueblo tiene autoridad, 
tanta gente no puede estar equivocada. Se suele oír con frases del tipo 
todo el mundo sabe que..., o 
...que es lo que la sociedad desea', así como 
la mayoría de los españoles sabe que....
Por definición, razonamientos que contienen falacias lógicas no son  válidos, pero muchas veces pueden ser (re) formulados de modo que  cumplan un modo de razonamiento válido. El desafío del interlocutor es  encontrar la premisa falsa, esto es, aquella que hace que la conclusión  no sea firme.
Aplicación de los prejuicios: las falacias lógicas 
La falacia lógica es un modo o patrón de razonamiento que siempre o  casi siempre conduce a un argumento incorrecto. Esto es debido a un  defecto en la estructura del argumento que lo conduce a que este sea  inválido. Las falacias lógicas suelen aprovecharse de los prejuicios o  sesgos cognitivos para parecer lógicas. Cambiándose a veces, el error  inconsciente o involuntario por una manipulación deliberada. Por eso,  las falacias lógicas son los mecanismos automáticos más comunes para  poner en práctica los sesgos cognitivos. Algunas importantes falacias  lógicas que emplean los sesgos cognitivos se muestran a continuación.
Las falacias se pueden clasificar de diversas maneras. Aquí se proponen estos cinco grupos:
- Falacias formales: en ellas se comete un error en la aplicación de la lógica formal.
- Errores al generalizar: partiendo de casos particulares se induce erróneamente una conclusión general.
- Errores al determinar la causa y el efecto: se comete un error causal.
- Falacias en la argumentación: son recursos dialécticos para engañar al interlocutor.
- Otros tipos de falacias.
Falacias formales
- Argumento de la falacia:  Asume que si un argumento es una falacia entonces su conclusión debe  ser forzosamente falsa. Sin embargo, un argumento puede estar mal  construido, pero la conclusión puede ser correcta de manera fortuita. - Ejemplo: «Dices que el coche está aparcado en la primera planta,  pero yo creo que está en la tercera, así que debe estar en la segunda.  Si se diese la casualidad de que estuviese en la segunda planta el  razonamiento continuaría siendo falaz, ya que sería mera coincidencia.  Que sea una falacia depende del razonamiento, no de la conclusión.
 
- Afirmación de la consecuencia: Se comete al razonar según la siguiente forma argumental:
- Si A, entonces B
- B, entonces A
-  - Ejemplo: «La gente honrada(A) está en libertad(B). Yo estoy en  libertad(B), así que soy honrado(A).» La primera premisa sólo nos da  información de qué pasará si se es honrado, pero no dice nada sobre que  sucede si se está en libertad. Sólo da información "Si A". Puede no ser  honrado, pero estar en libertad por no haber sido juzgado.
 
- Negación del antecedente: Se comete al razonar según la siguiente forma argumental:
- Si A, entonces B
- No A, entonces no B
-  - Ejemplo: «Si estudio(A) aprobaré(B). No estudié(no A), entonces  suspenderé(no B).» La primera premisa sólo nos da información de qué  pasará si estudio, pero no dice nada sobre que sucederá si no estudio.  Sólo da información "Si A". En este caso, no hay nada que impida aprobar  en caso de no estudiar.
- Ejemplo: «Si este gobierno sigue en el poder continuará la  corrupción, así que votaré a la oposición para que no haya corrupción.»  Puede que la oposición también sea corrupta.
 
Errores al generalizar
- Muestra sesgada: Es una muestra que ha sido falsamente considerada como la típica de una población de la cual ha sido tomada. - Ejemplo: Alguien puede decir «A todo el mundo le gustó la película»  sin mencionar que «todo el mundo» fue él y tres de sus compañeros, o un  grupo que son fans del artista. Los sondeos online y las muestras por  llamadas voluntarias son un tipo particular de este error, porque las  muestras están implícitamente preseleccionadas o autoseleccionadas. En  el mejor de los casos, esto significa que las personas que se preocupan  más sobre el asunto responderán u opinarán y en el peor de los casos,  sólo aquellas que sintonicen una radio particular, un periódico  particular o una lista política.
 
- Falacia del centro de atención:  Se produce cuando una persona sin criterio asume que todos los miembros  o casos de un cierto grupo, clase o tipo son como esos pocos en el  punto de mira, que reciben la mayor atención o cupo de atención de los  medios. Esta línea de razonamiento es falaz y conduce a los tópicos. Si  los medios publicitan a un asesino en serie de una población no quiere  decir que todos los miembros de la población sean asesinos.
- Generalización apresurada  o falacia de estadística insuficiente o falacia de muestras  insuficientes, ley de los pequeños números, inducción apresurada,  falacia del hecho aislado, o secundum quid: Es una falacia lógica en la que se llega a una generalización inducida basada en muy pocas evidencias. - Ejemplo: «Me encanta esta canción, por lo tanto me gustará también  todo el álbum en el que está». Es una falacia porque el álbum puede no  ser tan bueno como la canción escuchada.
 
- Falacia arreglo de bulto:  consiste en asumir que las cosas que con frecuencia han sido agrupadas  por tradición o cultura en un conjunto deberían estar siempre agrupadas  de ese modo. Esta falacia es muy usual en los argumentos políticos: «Mi  oponente es un conservador que votó en contra de los altos impuestos y  la asistencia pública, por tanto él también se opondrá al control de  armas y al aborto». Mientras estas cuatro posiciones están normalmente  agrupadas en la palabra «conservador» en política, no hay realmente  ninguna razón para pensar que alguien que sigue una idea agrupada en ese  grupo deba seguir las demás.
- Falacia por asociación:  Es un tipo de falacia lógica que sostiene que las cualidades de uno son  intrínsecamente o esencialmente cualidades de otro simplemente por  asociación. Las falacias por asociación son un caso especial de ignoratio elenchi o red herring  en inglés en relación a que el argumento de réplica no tiene que ver  con el tema o asunto tratado sino que el asunto es deliberadamente  modificado para divergir en un tema mejor defendible. Algunos ejemplos  de falacia por asociación son: «Algunas obras caritativas son fraudes.  Por consiguiente todas las obras caritativas son fraudulentas» o «Bush  quiere invadir Iraq. Bush es un republicano. Por consiguiente todos los  que apoyan la invasión de Iraq son republicanos».
- Probar con ejemplo o generalización inapropiada o Accidente (falacia):  Es una falacia lógica donde se dice que uno o más ejemplos «prueban» un  caso más general. Esta falacia tiene la estructura siguiente: Sé que el  caso X de todos los X hace o tiene la propiedad P, entonces todo X  tiene la propiedad P. - Ejemplo: «He visto a hombres (Pedro y Juan) jugar bien al fútbol,  por consiguiente todos los hombres juegan bien al fútbol».  Todas las citadas son falacias de generalización las cuales se pueden  agrupar dentro de una de las trece falacias identificadas por Aristóteles; la falacia de destrucción de la excepción o accidente (falacia) a dicto simpliciter ad dictum secundum quid.  Ejemplo: 1) Cortar a personas con cuchillos es un crimen [aunque en  algunos casos esto no es cierto; es permisible, por ejemplo, en defensa  propia]; 2) los cirujanos cortan a las personas con cuchillos; 3) los  cirujanos son criminales.
 
Errores al determinar la causa y el efecto
- Cum hoc, ergo propter hoc:  o la correlación o relación entre dos implica que uno es causa y otro  efecto, que afirma que dos eventos que ocurren a la vez tienen  necesariamente una relación causa-efecto. Se expresa de la siguiente  manera: si ocurre A y correlacionadamente después ocurre B entonces A ha  causado a B. Esta falacia hace una conclusión prematura de la  causalidad incluso sin evidencias que la soporten. Esto es una falacia  lógica porque aunque probable existen al menos otras cuatro  posibilidades; 1. que B sea la causa de A; 2. que haya un tercer factor  desconocido que sea realmente la causa de la relación entre A y B; 3.  que la relación sea tan compleja y numerosa que los hechos sean simples  coincidencias y 4. que B sea la causa de A y al mismo tiempo A sea la de  B, es decir, que estén de acuerdo, que sea una relación sinérgica o  simbiótica donde la unión cataliza los efectos que se observan. - Ejemplo: Investigaciones científicas afirman que las personas que  usan marihuana (A) tienen una mayor ascendencia en desórdenes  psiquiátricos (B) comparados con los que no la toman. Sólo con esta  relación no se puede afirmar que A causa B, ya que también puede ser que  B cause A, debido al efecto relajante o también puede ser que se den  las dos a la vez o haya un tercer factor desconocido. Existen métodos  para determinar causas. El filósofo David Hume  argumentaba que la causalidad no puede ser percibida y por consiguiente  no se puede conocer o probar, y en su lugar tan solo se puede percibir  la correlación. Sin embargo, argumentó que se puede seguir el método científico  para, al menos, desechar las causas erróneas. Esto es, probar  experimentalmente la veracidad de un hecho de manera rigurosa hasta  encontrar un contra ejemplo o excepción.
 
- Falacia de la causa simple o efecto conjuntivo o relación espuria:  Esta falacia lógica de causalidad ocurre cuando se asume que existe  solo una simple causa para un resultado cuando en realidad puede haber  un conjunto específico o suficiente de causas que lo hayan provocado. En  esta falacia lógica dos sucesos sin conexión lógica, se relacionan  causal e incorrectamente debido a un tercer suceso o factor desconocido  denominado factor desorientador  o variable escondida que los provoca. La relación espuria da impresión  de fortaleza y ligazón fuerte entre dos sucesos que es inválida cuando  es examinada objetivamente. Véase la navaja de Occam que en su aplicación puede crear una relación espuria debido al desconocimiento de un factor más sencillo. Esta sobresimplificación es un caso específico de falso dilema donde otras posibilidades son ignoradas. - Ejemplo: Supongamos que cuando hay mayor índice de desmayos por  calor suben las ventas de refrescos, muchos señalarían que los sofocos  son la única causa; pero la subida de ventas pudo haber sido debida a  otros factores como un mejor márketing, un mayor tiempo libre, una  determinada ola de calor, una bajada de precios o la llegada del verano  que sería una posible causa de las dos. En definitiva un factor o un  conjunto ignorado o desconocido de factores son los que en realidad  hacen que se produzca.
 
- Post hoc, ergo propter hoc o post hoc o correlación coincidente o causa falsa o non sequitur  (‘no le sigue’ en latín): Es una expresión latina que significa  «después de esto, luego a consecuencia de esto» es un tipo de falacia  que asume que si un acontecimiento sucede después de otro, el segundo es  consecuencia del primero. Es verdad que una causa se produce antes de  un efecto pero la falacia viene de sacar una conclusión basándose sólo  en el orden de los acontecimientos. Es decir, no siempre es verdad que  el primer acontecimiento produjo el segundo acontecimiento. Esta línea  de razonamiento es la base para muchas creencias supersticiosas y de pensamiento mágico. 
- Falacia de la regresión  o del retroceso: Es una falacia lógica en la que se asume una causa  donde no existe. Este tipo de falacia es un caso especial de la falacia Post hoc, ergo propter hoc.  Esta falacia se denomina de retroceso porque se produce cuando se  asocia una causa simple a la desaparición o retroceso de un factor.  Conduce a las supersticiones y al pensamiento mágico. - Ejemplo: «No somos de su agrado, cuando llegamos al bar todos se fueron».
- También, «es culpa mía porque desde que decidí invertir en bolsa,  ésta ha empezado a bajar o los precios han bajado». La explicación se  encuentra en el sesgo cognitivo efecto el último evento  y en la tendencia de las personas a tomar decisiones cuando las cosas  están solo en la cúspide o varianza más positiva así cuando éstas se  normalizan a la media asocian la causa a su acción.
 
- Falacia del francotirador:  Es una falacia lógica donde la información que no tiene relación alguna  es interpretada, manipulada o maquillada hasta que ésta aparezca tener  un sentido. El nombre viene de un tirador que disparó aleatoriamente  varios tiros a un granero y después pintó una diana centrada en cada uno  de los tiros para autoproclamarse francotirador. Tiene que ver con el  sesgo cognitivo Ilusión de serie  donde las personas tienden a ver patrones donde solo hay números  aleatorios. Esta falacia no se aplica cuando uno tiene una predicción o  una hipótesis particular antes de observar los datos. Uno podría tener  una teoría de cómo debería comportarse algo o el patrón que debe seguir  algo y comprobar mediante pruebas empíricas o datos que de hecho es así (método científico).  Alternativamente, se pueden tomar los datos observados para construir  una hipótesis tal como hace el francotirador pero luego es necesario  ensayar la hipótesis con nuevos datos.  Uno no puede usar la misma información para construir y después ensayar  o testar la hipótesis ya que incurriría en la falacia del  francotirador.
- Falacia de dirección incorrecta:  Es una falacia lógica de causa en la que la causa y el efecto están  intercambiados. La causa pasa a ser el efecto y viceversa. Es un tipo  especial de la falacia cum hoc, ergo propter hoc o también de falso dilema. - Ejemplo: Las compañías de tabaco sugirieron que el cáncer hacía que  la gente fumara para aliviar los dolores para explicar la alta  correlación entre ellos. O también la gente de la edad media pensaba que  los piojos eran buenos porque no se veían en la gente enferma. Los  piojos en realidad podían provocar la enfermedad y el factor desconocido  o la verdadera causa de que no se vieran cuando la enfermedad era  visible fue que los piojos son muy sensibles a la fiebre o las altas  temperaturas.
 
Falacias en la argumentación
- Argumentum ad consequentiam  o argumento dirigido a las consecuencias: Es un argumento que concluye  que una premisa (típicamente una creencia) es verdadera o falsa  basándose en si esta conduce a una consecuencia deseable o indeseable.  Es una falacia porque basar la veracidad de una afirmación en las  consecuencias no hace a la premisa más real o verdadera. Asimismo,  categorizar las consecuencias como deseables o indeseables es  intrínsecamente una acción subjetiva al punto de vista del observador y  no a la verdad de los hechos. - «El presidente no ha robado fondos del Estado, porque si lo hubiera hecho, habría perdido las elecciones».
- «Dios debe de existir, porque si no existiera no habría moral y el mundo sería horrible».
- «El jugador hizo todo lo que pudo, porque, si no, no hubiéramos ganado el partido».
 
- Petición de principio o petitio principii o fe de origen: Es una falacia que ocurre cuando la proposición a ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las premisas de las que parte el razonamiento. - Ejemplo: Para probar falazmente que Pablo dice la verdad  argumentaríamos del siguiente modo diciendo que: Cuando Pablo habla no  miente y que por tanto, cuando está hablando Pablo, está diciendo la  verdad. En una lógica bivalente, con tertium exclusum,premisa  y conclusión están afirmando la misma verdad, que no miente o, lo que  es lo mismo, que en ambos casos dice la verdad. La falacia es más útil  cuando tiene una longitud adecuada como para hacer olvidar al receptor  que la conclusión ya fue admitida como premisa.
 
- Falacia de las muchas preguntas  o pregunta compleja con la cual, el mero hecho de responder la pregunta  implica presuponer en la respuesta algo que no se quiere asumir como  cierto. La finalidad de dicha falacia es que el adversario dialéctico  asuma en su contestación alguna información que no se quiere conceder  bien por falsa o bien porque dicha concesión perjudica gravemente la  argumentación que pretende sostener. Para sortear dicha falacia lo  idóneo sería no contestar, para no dar información extra que no se desea  conceder al interlocutor. - Ejemplo:¿Todavía golpeas a tu esposa? Una respuesta negativa  significará que la persona ha pegado a su esposa en un momento anterior,  la afirmativa que no sólo que lo haces en la actualidad sino que lo  haces desde tiempo atrás. En este tipo de preguntas se da por supuesto  el hecho por el que se pregunta, y si este hecho no ha sido asumido  antes por los interlocutores, la pregunta se vuelve capciosa: se incurre  en la falacia de las muchas preguntas.
 
- Non sequitur: Las razones dadas para soportar una afirmación son irrelevantes o no relacionadas. - Ejemplo: «Tengo miedo al agua, así que mi deporte será el puenting» o  «me gusta conducir por eso me compro un Toyota». En cualquiera de los  casos hacer puenting o comprarse un Toyota no depende directamente de la  razón dada ya que hay muchos más coches o deportes que se han  descartado sin que la razón dada sea relevante, puede producir auto-engaño  por no aclarar los verdaderos motivos por los que se toma una decisión.  Una manera de clarificar esta falacia es reorganizando el argumento  para colocar la razón y la conclusión de manera que la incongruencia se  haga evidente.
- Ejemplo: «Me gusta conducir y por eso me compro un Toyota»;  reordenando: «Me compro un Toyota porque me gusta conducir», algo que  podría ser cierto o no pero que seguramente no era lo que se pretendía  decir cuando se especificaba un Toyota.
- Ejemplo: «Estamos en España así que pasaremos calor». Reordenando: «Pasaremos calor porque estamos en España».
- Ejemplo: «Me gustan los aviones por eso hago paracaidismo». Reordenando: «Hago paracaidismo porque me gustan los aviones».
- Ejemplo: «Ella no tiene hijos por eso no estoy de acuerdo con las  prácticas educacionales de la profesora». Reordenando: «No estoy de  acuerdo con la profesora porque ella no tiene hijos».
 
- Argumentum ad baculum  o argumento dirigido al bastón o al mando o argumento por la fuerza: Es  un argumento donde la fuerza, coacción o amenaza de fuerza es dada como  justificación para una conclusión. Es un caso especial negativo del argumentum ad consequentiam.  Este tipo de falacia se da en los casos en los que se duda en  intervenir o no, en un conflicto. Se basa la decisión en algunos, en la  consecuencia de actuar o no actuar, lo que justifica la intervención.  Sin embargo, aunque estas decisiones preventivas previas, modifican  forzosamente las predichas y subjetivas consecuencias, no aclaran la  necesidad de actuar o no aseguran la verdad de las premisas en las  mismas. El miedo a las consecuencias no puede ser el motor de ninguna  decisión ni es capaz por sí mismo de hacer más veraz una posibilidad. - Ejemplo: «Iraq tiene armas de destrucción masiva. Como esto puede  provocar una guerra muy peligrosa debe ser verdad y por tanto es  necesaria una intervención».
- Ejemplo: «Debes creer en Dios, porque si no lo haces irás al  infierno». La única manera de saber la veracidad de una afirmación es  basándose en los argumentos que la apoyen. La intervención, es una  manera específica de resolución, es también una acción que es  independiente de la veracidad de la afirmación y tiene más que ver con  la inteligencia para discernir cual es la mejor manera de actuar. Esta  vez si que en función de las consecuencias deseadas y a partir de las  verdades encontradas, situación, entorno, etc. También es posible que se  sea consciente de lo falaz de nuestra lógica y que igualmente por otras  razones, egoísmo, intereses o por miedo a la simple probabilidad no  nula de amenaza prefiera uno equivocarse y actuar como si estuviera  seguro a esforzarse en hallar la verdad.
 
- Conclusión irrelevante o ignoratio elenchi  o refutación ignorante o eludir la cuestión: Es la falacia lógica de  presentar un argumento que puede ser por sí mismo válido, pero que  prueba o soporta una proposición diferente a que la que debería apoyar. Aristóteles creía que todas las falacias lógicas podían ser reducidas a ignoratio elenchi.  También en algunos casos estas conclusiones irrelevantes son intentos  deliberados por parte de manipuladores, expertos en falacias lógicas, de  cambiar el asunto de la conversación. - Ejemplo: Pablo es un buen deportista y debe ganar la copa. Después  de todo, es un buen tipo, ha donado mucho dinero y es miembro de una  ONG. Las donaciones o preferencias solidarias no tienen que ver con el  merecimiento deportivo de una copa. Tu quoque (‘tú también’ en latín), es un tipo específico de ignoratio elenchi porque se basa en que la premisa o consejo presentado por una persona es falsa porque esta misma persona no la sigue.
- Ejemplo: «Thomas Jefferson decía que la esclavitud estaba mal. Sin  embargo, él mismo tenía esclavos. Por lo tanto se deduce que su  afirmación es errónea y la esclavitud debe estar bien».
 
- Argumentum ad hominem  o argumento dirigido al hombre: Consiste en replicar al argumento  atacando o dirigiéndose a la persona que realiza el argumento más que a  la sustancia del argumento. Tu quoque en el que se desvelan trapos sucios suele ser un mecanismo. - Ejemplo: Dices que este hombre es inocente pero no puedes ser creíble porque tú también eres un criminal.
 
- Falacia del hombre de paja o argumentum ad logicam:  Es una falacia lógica basada en la confusión de la posición del  oponente. Generar un «hombre de paja» es crear una posición fácil de  refutar y luego atribuir esa posición al oponente para destrozarlo. En  realidad el argumento real del oponente no es refutado sino el argumento  ficticio que se ha creado. El nombre viene de los hombres de paja que  se usan para entrenar en el combate y que son fáciles de abatir. Es  decir, se atacan los flecos o posibles malinterpretaciones que se puedan  hacer de la premisa. Ejemplo: Pedro: «Pienso que los niños no deberían  correr por calles con mucho tráfico». Juan aprovecha y crea una posición  clara de ataque: «Yo pienso que sería estúpido encerrar a los niños  todo el día sin respirar aire limpio». De esta manera, Juan puede atacar  una posición radical y fácil que Pedro nunca quiso dar a entender. La  única manera de evitar el hombre de paja es que Pedro lo destruya antes  que Juan o poner en evidencia la intención de Juan de crearlo para  confundir.
- Argumentum ad silentio  o argumento dirigido al silencio: Consiste en considerar que el  silencio de un ponente o interlocutor sobre un asunto X prueba o sugiere  que el ponente es un ignorante sobre X o tiene un motivo para  mantenerse en silencio respecto a X. En relación con esta falacia, es  necesario hacer referencia a la doctrina jurídico-procesal llamada «de  los actos propios», por la cual, en una de sus aplicaciones más  frecuentes, si una de las partes en un proceso no alega cierto hecho,  dato, prueba o argumento disponiendo de trámite para hacerlo, se  presumirá que carece del mismo. Por tanto, aunque lógicamente el argumentum a silentio o ex silentio  es una falacia, porque el silencio de un interlocutor no puede tomarse  como prueba de certidumbre de lo dicho por un interlocutor contrario, en  el terreno de la pura retórica puede ser un indicio de falta de  argumentos o de falta de capacidad para contrarrestar dialécticamente  los argumentos expuestos por la adversa. Esta presunción se realiza en  el terreno jurídico por ser este un terreno subjetivo marcado por leyes  que están hechas para que la mayoría pueda quedar satisfecha. Y esto es  así porque la mayoría posee el prejuicio de que el silencio de un  interlocutor implica la falta de argumentos o un motivo particular para  tenerlo y también porque el que rompe el estado de normalidad tiene la  obligación de probar con argumentos las acusaciones. Véase Falacia de eludir la carga de la prueba.
- Hipótesis ad hoc:  en filosofía y ciencia, ad hoc significa con frecuencia la adición de  hipótesis corolarias o ajustes a una teoría filosófica o científica para  salvar la teoría de ser rechazada o refutada por sus posibles anomalías  y problemas que no fueron anticipados en la manera original. Véase  también falacia del francotirador  en el que las consecuencias o el orden lógico que se supone debería  preverse se desarrolla después de ver los datos. Filósofos y científicos  se comportan de manera escéptica ante las teorías que continuamente y  de manera poco elegante realizan ajustes ad hoc o hipótesis ad hoc ya  que estas son con frecuencia características de teorías seudocientíficas.  Gran parte del trabajo científico recae en la modificación de las  teorías o hipótesis ya existentes, pero estas modificaciones se  distinguen de las modificaciones ad hoc en que los nuevos cambios  proponen a su vez nuevos medios o contraejemplos para ser falsificados o  refutados. Es decir, la teoría tendría que cumplir con las nuevas  contenciones junto con las anteriores.
- Ad ignorantiam  o argumento dirigido a la ignorancia: Es una falacia lógica la cual  afirma que una premisa es verdadera sólo porque no ha sido probada como  falsa o que la premisa es falsa porque no ha sido probada como  verdadera. Esto es una falacia porque la veracidad o falsedad de  cualquier afirmación es independiente de nuestro conocimiento. Si bien  es cierto, sin conocimiento o prueba no se puede ejecutar ninguna acción  sin riesgo. Es decir, esta falacia produce que si uno, es decir,  subjetivamente o debido a nuestro propio conocimiento encuentra una  premisa increíble o poco probable, la premisa puede ser asumida como no  verdadera o alternativamente que otra premisa más conocida o preferida  pero no probada es la verdadera o la más probable. Con esto, lo que se  hace es subjetivizar el estado de verdad o falsedad de las cosas al  propio conocimiento o familiaridad del individuo con estas, algo que  evidentemente es erróneo. Véase también el modelo de navaja de Occam  es decir, un argumento dirigido a la complejidad, que aunque falaz,  estrictamente, es un método que inevitablemente a falta de pruebas se  sigue usando porque guarda una verdad implícita: en igualdad de  condiciones, la sencillez es preferible a la complejidad.
- Falacia del efecto dominó  o pendiente deslizante: Es un tipo de falacia lógica que argumenta que  si se realiza un determinado movimiento o acción en una determinada  dirección esta generará un cascada de eventos uno tras otros en la misma  dirección. Esta falacia está basada en las falacias de asociación, las  falacias de causa simple, las falacias post hoc, ergo propter hoc y sobre todo en la falacia de recurso de probabilidad que conduce a la paranoia.  La falacia consiste en que una vez realizado el primer movimiento en  una dirección se continuará inevitablemente en la misma dirección, algo  que es probable pero que no debe considerarse cierto. Para evitar caer  en la falacia se deben aportar argumentos para la conexión entre los  sucesos y tener en cuenta que a medida que se desencadenan más sucesos  la probabilidad de que estos ocurran es siempre menor. Este tipo de  argumentación es beneficiosa en demagogia ya que aprovechando el sesgo de falsa vivencia  consigue despertar la paranoia y el miedo en los receptores. La  probabilidad de un suceso no implica su certeza. Esta falacia se usa  también con la falacia del hombre de paja de la siguiente manera: 1) A sucede; 2) B inevitablemente sucederá (se aplica la falacia del efecto dominó);  3) B es un suceso detestable (es un suceso fácilmente defendible al que  el locutor no quería llegar); 4) por consiguiente A también es  detestable (consecución de la falacia del hombre de paja.  La conexión entre el suceso A y suceso B puede ser falaz o no serlo y  depende de si se aportan suficientes argumentos. Véase también teoría del dominó  donde se explica que un argumento independiente es necesario para  explicar por qué un principio similar al domino es aplicable a las  propias circunstancias.
- Recurrir a las emociones  o dirigido a las emociones: en esta falacia el locutor trata de  manipular las emociones del receptor, más que usar argumentos válidos,  para demostrar la validez o invalidez de los argumentos del contrario.  Dentro de esta falacia se encuentran otras como, recurrir a las consecuencias, recurrir al miedo, recurrir a la culpa, recurrir al ridículo, recurso del victimismo  y demás falacias en las que las emociones o estados subjetivos de uno o  varios individuos se usan como argumento para demostrar la veracidad o  falsedad de una aseveración. Especial atención para el recurso del victimismo en el que se mezclan el Argumentum ad hominemataques o argumentos sobre las personas y una apelación a las emociones. Ejemplos:
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- Falacia del recurso del victimismo: Pedro: X pesa 50 Kg. Juan: Eso no es cierto, X pesa 100 Kg, lo pesé hoy con la báscula. Pedro: Esta persona siempre me está atacando afirmando que miento. Trata de imponer su punto de vista, es injusto. Haga el favor de disculparse, mi opinión merece ser respetada y no puede imponer la suya sobre la de los demás. Es usted 'un dictador.  Aunque, lo predicado por Pedro pudiera ser cierto no tiene nada que ver  con la verdad o falsedad del argumento, pero permite desviar la  atención de los datos y verdaderos argumentos. La mejor forma de evitar  la falacia es poner en evidencia que el tema tratado y el recurso de  victimismo son temas diferentes y que deben tratarse por separado.  Falacia de recurrir a las consecuencias:  El futbolista hizo todo lo que pudo, de otra manera no se hubiera  ganado; donde se recurre a la consecuencia positiva o a la felicidad del  momento para ganar aceptación. Falacia de recurrir al miedo o argumentum ad metam o argumentum in terrorem:  Si no te gradúas siempre serás pobre o Dios existe y si no crees en él,  arderás en el infierno o si no actuamos ahora después será demasiado  tarde. Ninguno da argumentos sobre su premisa principal tan solo se  limitan a presentar una ilusión negativa o falsa vivencia que afecte a tus emociones.
 
- Recurrir al ridículo: Esta falacia se parece a la falacia «recurrir a las emociones»  porque se presentan los argumentos del oponente de modo que estos  parezcan ridículos o irrisorios. Con frecuencia esta falacia es una  extensión de un intento por crear una falacia de hombre de paja del  argumento actual. Ejemplo: «Si la teoría de la evolución fuera cierta, ¡sería decir que tu abuelo era un gorila!». O este otro ejemplo:
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- Pedro: Deberían subir el precio de las balas.
- Juan: Claro, al irte de caza ¿te imaginas pedir un crédito para poder comprarlas?
 
En esta falacia se ridiculiza el argumento. No confundir con la falacia de argumentum ad hominem en el que se ataca a la persona para derrumbar su argumento. Tampoco confundir con 
reductio ad absurdum (reducción al absurdo)  o prueba por contradicción que correctamente construida no es una  falacia sino un argumento lógico que además es usado en matemáticas.  Reducción al absurdo significa encontrar una excepción de alguna premisa  que de manera consensuada o probada la haga falsa o absurda. Ejemplo:
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- Pedro: No vayas a la fiesta.
- María: ¿Por qué no?
- Pedro: Porque hay chicos que se aprovechan.
- María: Ok, entonces tampoco iré a la universidad, puesto que también hay chicos aprovechados.
 
1) Todas las creencias tienen igual validez; 2) yo creo que todas no  tienen validez; 3) como tú dices que todas tienen validez y la mía es  una creencia, ésta también debe ser válida, por lo que te contradices.
- Argumentum ad populum  o «dirigido a las personas» o «dirigido al número de personas» o  «dirigido a la mayoría» o «tiranía de la mayoría»: Es un argumento falaz  que concluye que una proposición debe ser verdadera porque muchas  personas lo creen así. Es decir, recurre a que «si muchas personas lo  creen así, entonces será así». En ética el argumento falaz sería «si  muchos lo encuentran aceptable, entonces es aceptable». Esta falacia  hace uso del prejuicio efecto carro ganador. Esta falacia es un tipo de falacia genética  o basada en el origen de las cosas. Es una falacia porque el mero hecho  de que una creencia esté ampliamente extendida no soporta o no la hace  necesariamente correcta o verdadera. Esto se basa en que si una opinión  individual puede ser incorrecta, entonces la opinión sostenida por  muchas personas también puede serla. La veracidad o falsedad de una  afirmación es independiente o no reside en el número de personas que  creen en ella. Esta falacia se usa mucho en publicidad. Ejemplo: «50  millones de fans no pueden estar equivocados» o «la marca X es la marca  líder en Europa, por eso deberías comprar productos de esta marca» o «la  mayor parte de la gente del planeta cree en algún dios, y no se conocen  entre sí, eso no puede ser coincidencia: Dios debe existir» o «los  ecologistas dicen que el calentamiento global está sucediendo porque la  mayoría de los científicos dicen y lo creen así». Esto es una afirmación  falaz, sin embargo, la ciencia trabaja sobre la evidencia no el voto popular, así es apropiado fijarse más en las evidencias que se presentan más que en el número de personas que lo afirman o lo niegan. Esto lleva a que los resultados en democracia  no pueden catalogarse como buenos o malos por el número de votantes tan  solo se puede afirmar que el resultado es el que el mayor número de  personas quiere y eso en democracia debe ser suficiente. Votar por una solución o voto plural  como método para saber si una afirmación es cierta o falsa es falaz e  incorrecto. Un espectador de un juicio que observa una votación y no los  argumentos no puede deducir después de la votación o por el resultado  si lo votado es cierto o no. Esto es así porque la votación pudo haberse  llevado a cabo a través de los prejuicios y no a través de los  argumentos. De igual manera si la lógica es llevada solo a través de  argumentos sólidos no sería necesaria la votación. Tanto la democracia  como los juicios no obvian esto sino que simplemente hacen la falacia  irrelevante definiendo leyes que son subjetivas más que objetivas. Es  decir, no se trata de hallar la verdad o lo mejor posible sino de  encontrar una solución que agrade a la mayoría. En los juicios por  votación existe para evitar, en lo posible, un efecto carro ganador,  la presunción de inocencia y además la idea de que la simple  posibilidad, suposiciones o pruebas circunstanciales no deben ser  tenidas en cuenta por el jurado. Existen excepciones como en etiqueta y  protocolo. Estas solo dependen de la aceptación mayoritaria de estos, es  decir, son totalmente subjetivos al número así que un argumento ad  populum no es falaz en para estos casos. Ejemplo: En Rusia la mayoría  piensa que es cortés entre hombres besarse en cada encuentro. Por  consiguiente, es cortés para los hombres hacerlo en Rusia. Otra  excepción es cuando el argumentum ad pópulum  implica implícitamente un argumento «de seguridad» por convención pero  no se centra en si es mejor o peor el sistema. Ejemplo: Todos conducen  por la derecha. Por tanto, para no tener problemas deberías conducir por  la derecha.
- Argumentum ad náuseam:  Es un tipo de falacia dirigida a las emociones en el que las personas  creen que una afirmación es más probable de ser cierta o más probable de  ser aceptada como verdad cuanto más veces ha sido oída. Esta falacia  está dirigida a las emociones porque el hastío o ad náuseam que  se genera subjetivamente o en cada persona por la repetición de la  afirmación es tal que puede hacer cambiar el concepto de ésta sin llegar  a escuchar ningún argumento válido. De esta manera, un argumentum ad náuseam  es aquel que emplea repetición constante de una afirmación hasta que  los receptores se convencen de esta. Este tipo de técnica falaz es usada  mucho en política donde sin emplear argumentos, pruebas o evidencias de  un hecho se repite una y otra vez la misma afirmación hasta la  conversión. Sin embargo, por mucho más que se repita o más esfuerzo se  ponga en hacerlo, esto no hace a la afirmación más real o verdadera.  Esta falacia viene de la falsa creencia  de que si alguien se molesta o dedica tanta energía para la repetición  de un mensaje es porque éste debe ser más veraz que otro que no se  molesta o puede rebatirlo. Véase efecto del carro ganador y sesgo de la debilidad y fortaleza.
- Argumentum ad verecundiam o apelar a la autoridad  o argumento dirigido a la autoridad: Esta falacia lógica consiste en  basar la veracidad o falsedad de una afirmación en la autoridad, fama,  prestigio, conocimiento o posición de la persona que la realiza. Un tipo  especial de esta falacia es la falacia argumentum ad crumenam donde se considera más veraz una afirmación porque la persona que la realiza es rica o por el contrario en argumentum ad lazarum  porque el pobre o de menor clase quien la realiza. La veracidad de un  hecho o afirmación no depende, en último estado, de la persona que la  realice sino de las pruebas, evidencias o argumentos que se presenten.  Esta falacia también puede considerarse una variante del argumentum ad hominem  ya que también subjetiviza la veracidad o falsedad de una afirmación en  la calificación de un individuo. Sin embargo, al igual que a través de  la experimentación se tratan de encontrar excepciones y si no se  encuentran se puede considerar una teoría como verdadera, igualmente se  puede hacer con las autoridades. Un argumento que apela a la autoridad y  no falaz sino lógico en función de sus premisas sería: 1) A realiza una  afirmación B 2) A nunca está confundido, equivocado o deshonesto 3) por  lo tanto la afirmación, evidencia o prueba B debe ser tomada en  consideración que no como cierta. Tanto como la premisa 2 sea cierta su  conclusión también lo será. Así apelar a una autoridad puede ser  lógicamente correcto mientras haya sido suficientemente probada su  autoridad y no se hayan encontrado excepciones. Esto no quiere decir que  la afirmación sea cierta y no se encuentre una excepción pero esto es  algo que es inevitablemente y energéticamente hablando no puede evitarse  por el número de pruebas y test que deberían hacer para tomar  decisiones. Ejemplos falaces son los siguientes: «esa afirmación es  verdad, porque lo he visto en televisión» o «esto debe ser verdad porque  aparece en Wikipedia» o «lo dice la revista científica Nature, por consiguiente debe ser cierto». En todos estos casos si no se conocen o se ha experimentado con las fuentes se genera un ipse dixit.
- Recurrir a la tradición o argumentum ad antiquitatem:  Es una falacia lógica típica en la que una tesis es proclamada como  correcta basándose en que ésta ha sido tradicionalmente considerada  correcta durante mucho tiempo. En definitiva, «esto es correcto porque  siempre se ha hecho de esta manera». Este argumento hace dos  suposiciones: 1) que la antigua manera de pensar fue probada como  correcta cuando se introdujo (lo cual puede ser falso, ya que la  tradición puede estar basada en fundamentos incorrectos); 2) las razones  que probaron este argumento en el pasado son actualmente vigentes para  hoy. Si las circunstancias han cambiado esto puede ser falso. Por otro  lado, esta falacia también asume que mantener el statu quó  es preferible o deseable ante la posibilidad de un cambio, lo cual  puede ser también incorrecto. Ejemplo: «En Navidad siempre hemos traído a  casa árboles arrancados del bosque, ¿por qué ahora tendremos que  comprar uno de plástico?»
- Falacia de las muchas preguntas o pregunta compleja o plurium interrogationum  (‘de muchas preguntas’ en latín): es una falacia formal que es  realizada cuando alguien hace una pregunta que presupone algo que  todavía no ha sido probado o aceptado por todas las personas envueltas.  Esta falacia es con frecuencia usada retóricamente para dar a entender  la presunción o conocimiento de la respuesta a la pregunta por parte del  que la realiza. Ejemplo: «¿Sigues saliendo a comer con tu mujer?». La  respuesta tanto afirmativa como negativa admitiría que la persona tiene  mujer y que al menos antes salía a comer con ella. Estos hechos son  presupuestos por la pregunta. Se trata de una falacia porque se asume la  verdad o se presuponen algunos hechos a la hora de hacer la pregunta  compleja. Esto no quiere decir que no sean ciertos pero si que no deben  creerse, por los demás oyentes, como ciertos hasta no recibir la  respuesta. Para evitar estas asunciones lo mejor es no responder la  pregunta ya que no se dará ninguna información extra. Para evitar  hacerlo se puede responder con otra pregunta que apunte al porqué de las  asunciones o denotar o mostrar que la pregunta está envenenada y ha  presupuesto algunos hechos. Si no es posible evitar responder entonces  la respuesta debe ser completa y negar las presunciones.
- Falacia de acentuación: Se trata de una de las falacias lingüísticas reconocidas por Aristóteles y que era usada por el Oráculo de Delfos.  La falacia se construye al realizar una proposición que contiene una  parte afirmando o concordando con un tema y otra parte con una objeción o  condición. En función de dónde se aplique la fuerza de acentuación se  denotará más o menos importancia en un sentido u otro. De esta manera se  puede crear una ambigüedad en el sentido de la interpretación. Este  tipo de engaño o falacia así como las verdades a medias se da con mucha  frecuencia en política  ya que permite al político retractarse de lo dicho si las cosas salen  mal. Ejemplo: Un periodista le pregunta a un miembro del congreso acerca  de si éste está de acuerdo con el nuevo sistema de misiles del  presidente; el congresista responde: «Estoy a favor de un sistema de defensa de misiles que efectivamente defienda a nuestro país». Si le da énfasis a la palabra favor estará de acuerdo con el presidente, pero si da énfasis a las palabras que efectivamente defienda  significará que no se está de acuerdo con el sistema de misiles del  presidente. Ejemplo: «Me gustas mucho, cuando estás de buen humor» o  «estoy de acuerdo con un sistema de votación que sea justo y claro».
- Anfibología:  Es un tipo de falacia del lenguaje que se da cuando se emplean frases o  palabras con más de una interpretación, o cuyo significado puede  cambiar en función de si se insertan comas o pausas. También fueron  usadas por el Oráculo de Delfos.  Ejemplo: «Persas, quedaos en vuestra casa». Tiene dos interpretaciones:  «Persas, quedaos en Persia» o «¡Persas! Griegos, quedaos en Grecia».  Ejemplo: «Si luchas con puntas de plata, un gran reino será vencido».  Pero, ¿qué reino será vencido, el enemigo o el propio?
- Falacia de eludir la carga de prueba:  Consiste en asumir que algo es verdad o mentira mediante el simple  hecho de no aportar razones que fundamenten la conclusión (silencio), en  negarse o en pretender que las aporte el oponente. La expresión carga de la prueba procede del campo jurídico y se expresa en el brocardo: probat qüi dicit non qüi negat  (‘debes probar lo que dices, no lo que niegas’), es decir que quien  sostiene algo debe probarlo más allá de toda duda razonable. Expresión  máxima de esta falacia es la sordera mental de quien se niega a razonar.  Como decía fray Luis de León:  «Dice y no da razón de lo que dice». Ejemplo: «Sobre la cuestión del  divorcio no quiero ni oír hablar. Como te he dicho, creo que el vínculo  del matrimonio es indivisible y punto» o «no escuches lo que dice, es  todo manipulación informativa». (Para saber si es manipulación se deben  escuchar los argumentos de ambas partes y comprobar si son ciertos. Para  sostener una afirmación o para disponer más carga en un sentido o en  otro es necesario disponer de la información o presentar pruebas de  ello, por tanto, nunca se debe eludir la carga de prueba. 
- Falacia de la verdad a medias:  Las verdades a medias son frases engañosas y falsas, que incluyen algún  elemento de verdad. Las frases pueden ser parcialmente verdad, la frase  pueden ser incluso verdad pero no toda la verdad del conjunto lo que  produce un engaño provocado por omisión. Pueden incluir algunos  elementos engañosos como signos de puntuación, especialmente si se  intenta engañar, evadir la culpa o malinterpretar la verdad. El  propósito de las medias verdades o verdades a medias es hacer parecer  algo que solo es una creencia como un conocimiento o verdad absoluta. De  acuerdo con la teoría de conocimiento de creencia de verdad justificada o teoría de la justificación,  para saber si una determinada proposición es verdadera, uno debe no  solo creer en la verdadera e importante proposición sino también debe  tener una buena razón o argumentos  para hacerlo. Una verdad a medias embauca al receptor presentando algo  que es creíble y usando esos aspectos de la idea que pueden ser  demostrados verdaderos como buena razón para creer que la idea o  declaración entera es verdadera. Una persona engañada por una verdad a  medias podrá considerar la proposición o declaración como una verdad  absoluta y actuar en consecuencia. En política, las verdades a medias  son una parte integral de las democracias representativas o  parlamentarias. La reputación de un candidato político podrá ser  irremediablemente dañada si él o ella es expuesto como mentiroso, así un  complejo estilo de lenguaje ha evolucionado para minimizar las  probabilidades de que ocurra esto. Si alguien no ha dicho algo, entonces  ellos no podrán acusarlo de mentir. En consecuencia los políticos se  han convertido en un conjunto en el que las medias verdades abundan y  son esperadas, dañando la credibilidad del conjunto. - Ejemplo: «El sol se pone por el oeste». Esta es una verdad a medias  porque aunque en la mayor parte del mundo esto es así no ocurre en los  polos en los que durante unos meses el sol ni siquiera llega a ponerse.  De hecho, el Sol ni siquiera se pone, porque no es el que se mueve sino  que es el movimiento rotatorio de la Tierra el que produce este efecto.  Por eso, si se tratara como una verdad absoluta digamos para navegación  podría ocurrir un desastre.
 
- Falso dilema  o falsa dicotomía o falsa bifurcación: Implica una situación en la cual  solo dos puntos de vista son sopesados como las únicas opciones,  cuando, en realidad, existen una o más opciones que no han sido  consideradas. Las dos alternativas presentadas suelen ser, aunque no  siempre, los puntos extremos del espectro de ideas. En lugar de esta  extrema simplificación y pensamiento deseado, sería más apropiado considerar todo el espectro de opciones como en la lógica difusa. 
Otras falacias
- Non sequitur: Las razones dadas para soportar una afirmación son irrelevantes o no relacionadas. - Ejemplo: «Tengo miedo al agua, así que mi deporte será el puenting» o  «me gusta conducir por eso me compro un Toyota». En cualquiera de los  casos hacer puenting o comprarse un Toyota no depende directamente de la  razón dada ya que hay muchos más coches o deportes que se han  descartado sin que la razón dada sea relevante, puede producir auto-engaño  por no aclarar los verdaderos motivos por los que se toma una decisión.  Una manera de clarificar esta falacia es reorganizando el argumento  para colocar la razón y la conclusión de manera que la incongruencia se  haga evidente.
- Ejemplo: «Me gusta conducir y por eso me compro un Toyota»;  reordenando: «Me compro un Toyota porque me gusta conducir», algo que  podría ser cierto o no pero que seguramente no era lo que se pretendía  decir cuando se especificaba un Toyota.
- Ejemplo: «Estamos en España así que pasaremos calor». Reordenando: «Pasaremos calor porque estamos en España».
- Ejemplo: «Me gustan los aviones por eso hago paracaidismo». Reordenando: «Hago paracaidismo porque me gustan los aviones».
- Ejemplo: «Ella no tiene hijos por eso no estoy de acuerdo con las  prácticas educacionales de la profesora». Reordenando: «No estoy de  acuerdo con la profesora porque ella no tiene hijos».
 
- Falacia del punto medio  o falacia del compromiso o falacia de la moderación: se genera al  asumir que la conclusión más valida o certera es la que se encuentra  siempre como compromiso entre dos puntos de vista extremos. La falacia  se produce porque la verdad o certeza de idoneidad se basa no en los argumentos  sino en premisas subjetivas (se subjetiviza la verdad o mentira de un  hecho) de qué es lo que se ha considerado como extremo y qué se  considere como punto medio y que se considere que éste es siempre  cierto. Es posible que lo considerado como extremo es en realidad el  hecho cierto. Esta falacia viene del hecho de que con frecuencia una  posición intermedia o moderada suele ser correcta. - Ejemplo: «Algunas personas creen que Dios es poderoso y que todo lo  sabe. Otras creen que Dios no existe. Parece ser razonable aceptar un  término medio. Es decir, probablemente Dios exista pero no es siempre el  más poderoso, el total omnisciente, ni el más bueno» o «La Tierra está hecha principalmente de roca, y Júpiter de gases, así que Marte debe estar hecho de agua» o «Quiero vender un ordenador por 500 €, pero en eBay me ofrecen 1 €, así que deberé venderlo por 250 €» o «Las mujeres en Occidente no están obligadas a llevar burka, en cambio las mujeres en Oriente están obligadas a llevar el burka, por tanto, las mujeres de todo el mundo se las debería obligar a llevar pañuelo». Esta conclusión es falaz.
 
- Recurso de probabilidad  o apelar a la probabilidad: Es una falacia lógica que asume que porque  algo es posible o probable, es inevitable que pase. Esta falacia es  usada para provocar y promover la paranoia. - Ejemplo: «Hay muchos hackers que usan Internet. Por consiguiente, si  usas internet sin un cortafuegos es inevitable que tarde o temprano  seas intervenido». La idea lógica que hay detrás de esta falacia es que  ya que la probabilidad es muy alta es mejor actuar como si esta fuera  verdad. El hecho de que algo sea probable de ocurrir no es un argumento  para atestiguar o verificar que ha pasado.
 
- Hipótesis ad hoc:  en filosofía y ciencia, ad hoc significa con frecuencia la adición de  hipótesis corolarias o ajustes a una teoría filosófica o científica para  salvar la teoría de ser rechazada o refutada por sus posibles anomalías  y problemas que no fueron anticipados en la manera original. Véase  también falacia del francotirador  en el que las consecuencias o el orden lógico que se supone debería  preverse se desarrolla después de ver los datos. Filósofos y científicos  se comportan de manera escéptica ante las teorías que continuamente y  de manera poco elegante realizan ajustes ad hoc o hipótesis ad hoc ya  que estas son con frecuencia características de teorías seudocientíficas.  Gran parte del trabajo científico recae en la modificación de las  teorías o hipótesis ya existentes, pero estas modificaciones se  distinguen de las modificaciones ad hoc en que los nuevos cambios  proponen a su vez nuevos medios o contraejemplos para ser falsificados o  refutados. Es decir, la teoría tendría que cumplir con las nuevas  contenciones junto con las anteriores.
- Dos errores hacen un acierto:  Es una falacia lógica que ocurre cuando se asume que si un error es  cometido, otro error podrá cancelarlo. La falsedad o equivocación en un  comentario o acción no hace más necesario, loable o racionalmente  prudencial realizar otro acto equivocado en represalia. Este tipo de  falacia se reproduce en la ley de talión o en el ojo por ojo. Es debida a varios sesgos como sesgo de simetría, fenómeno del mundo justo.  El problema no reside en saber qué se considera error o si se considera  un error y un acierto la represalia. La falacia no está en la  definición de las dos acciones iniciales sino en considerar que el  resultado está definitivamente, por cancelación, ligado a un acierto o a un error. La idea de que un error es cancelado por otro viene de la semejanza o ilusión de serie que existe con las leyes físicas donde una fuerza en una dirección genera otra fuerza simétrica,  de igual magnitud, pero en dirección opuesta. Sin embargo, la ley no se  pronuncia sobre el acierto de la fuerza en un sentido y del otro, es  decir, no se pronuncia sobre la idoneidad o finalidad de este  comportamiento. Es decir, en física esto no se puede cambiar pero en los  comportamientos sí y si una reacción diferente conduce a una mejor  consecución de acontecimientos, esta debería tomarse. De esta manera  muchos pueden encontrar argumentos para justificar que en defensa propia  uno puede responder con violencia a la violencia pero no podrán ligar  un resultado positivo debido solo a una cancelación de efectos. Es más,  en la guerra fría,  la amenaza nuclear en represalia a otra amenaza nuclear fue usada y  aunque evitó la guerra creó una escalada armamentística. Es decir, ligar  el resultado a un acierto debe hacerse con otros argumentos más que la  pura cancelación de dos efectos nocivos. De otra manera, se pueden  entrar en ciclos de violencia, acumulación de armas, escalada de  desconfianza, y otros errores en incremento, cuando la otra parte usa la  misma lógica. Ejemplo:
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- Juan: Llamé a mi jefe y le llamé idiota. Puedo volver a llamar y  llamarle idiota pero diciendo que soy Susana». Aunque el segundo hecho  perjudicial puede aparentemente cancelar mi primer error no se puede  asumir un acierto y salir sin problemas del atolladero. Se podría hacer  lo correcto y disculparse y quizás el resultado hubiera sido también  acertado. La cuestión es que tanto lo uno como lo otro no liga a un  resultado si no hay argumentos que lo apoyen como la personalidad de tu  jefe, confianza con él y otros argumentos.
 
- Falacia del costo irrecuperable  o falacia de la concordia: Esta falacia se produce cuando alguien  realiza una inversión que parece ser no rentable y razona de la  siguiente manera: «No puedo parar ahora, de otra manera lo que he  invertido hasta el momento se perderá». Esto es verdad, por supuesto,  pero irrelevante para la decisión de si uno debe continuar invirtiendo  en el proyecto. Es decir, los argumentos para seguir invirtiendo en el  proyecto no se deben basar en el miedo a la pérdida de lo invertido sino  en las expectativas de funcionamiento del proyecto ambas cosas  totalmente independientes. Si no hay esperanza de ningún éxito para la  inversión, entonces, el hecho de que uno haya ya metido un montón de  dinero y esfuerzo no justifica tener que seguir perdiéndolo para no  afrontar el error inicial. Esto se da en las personas que no saben o  pueden claudicar, por el prejuicio existente de que si se pone toda la  energía en algo serán capaces de vencerlo. Sin embargo, siempre puede  haber un factor desconocido  o variable desconocida que podría llevarles al fracaso indefinidamente o  irremediablemente. Esta falacia se constata en que estas personas creen  ser capaces siempre de aprender o hallar este factor cuando la  operación lógica sería parar y una vez aprendido comenzar. Continuar  invirtiendo en un proyecto que no funciona no depende de lo invertido  sino de la esperanza o estimación de éxito justificada o de la  importancia del mismo para otros factores independientemente de los  resultados a corto plazo. Ejemplo: Todos sabemos que vamos a morir.  Luchar por la supervivencia tiene sentido aunque inevitablemente se  fracase. La supervivencia es importante para otros objetivos secundarios  como la reproducción, la superación, aprendizaje y otros valores que  subjetivamente consideremos secundarios y que no tengan que ver  necesariamente con la propia supervivencia pero que dependan  directamente de ésta. Ejemplo: Supongamos que una relación no funciona y  que es evidente que dicha relación es considerada temporal. La  inversión en esta relación podría estar justificada por los objetivos o  beneficios secundarios que pueda generar. El límite o punto en el que es  considerado necesario abandonar puede estar para algunos en el momento  en el que se debe poner más energía de la necesaria para obtener los  beneficios por otros cauces. O en una situación optimista cuando los  beneficios laterales disminuyan a partir de cierta barrera considerada  mínima para el proyecto. La cuestión es que muchos caen en la falacia y  persisten en una relación o proyecto incluso cuando no reporta  beneficios laterales o secundarios por el simple hecho o razón de que ya  han invertido toda su vida o todos sus fondos en él y ésta fuera una  razón lógica para seguir haciéndolo.
- Argumento del precio  o recurrir al dinero: La falacia del argumento del precio se produce  cuando se supone que si algo cuesta una gran cantidad de dinero,  entonces debe ser mejor. También se da si se supone que si alguien tiene  una gran cantidad de dinero entonces será también una mejor persona en  alguna otra faceta. Véase efecto halo y argumentum ad crumenaem.  Ejemplo: «Puede ser que este producto tenga mejores características,  pero este otro es más caro y elitista, así que debe ser mejor» o «el  vino de la cosecha del 45 es increíble, cada botella cuesta 3000 euros;  ¡no lo puedes ni comparar con el ganador de este año!».
- Pensamiento de grupo:  Una persona comete la falacia de pensamiento de grupo o de pensamiento  gremial si la persona usa su orgullo de miembro o de pertenecer a un  grupo como razón para apoyar la política del grupo. Si lo que el grupo  piensa es esto, entonces eso es suficientemente bueno para mi y es lo  que debería pensar también yo. El patriotismo  o en sentimiento nacionalista es una versión fuerte de esta falacia.  Ejemplo: «Soy de EE. UU., así que todo lo que haga mi país en Iraq es  bueno, porque EE. UU. es un país libre y avanzado» o «debemos apoyar al  gobierno en esta medida porque él siempre hace lo mejor para sus  ciudadanos» o «que todo el mundo sepa que lo que hacemos es lo mejor  porque pertenecemos a la mejor cadena de restaurantes». «Soy mujer, así  que todo lo que digan las feministas es bueno, y todo lo que digan los  hombres es malo».